Formas de controlar el dolor
Prevención y tratamiento temprano con factor
Prevenga el dolor de la hemofilia al prevenir los sangrados. Cuídese comiendo alimentos saludables, descansando lo suficiente y ejercitando su cuerpo. Visite a su médico para los controles periódicos. La mejor manera de reducir el dolor al momento del sangrado es tratarlo de inmediato con factor. Tomar factor no aliviará el dolor de inmediato. El dolor desaparecerá gradualmente a medida que se reduzca la presión. Si bien el factor no es un analgésico, tomarlo es la forma de prevenir más dolor.
Cuando tenga dolor, primero asuma que se debe a un sangrado, en especial en las articulaciones. Si no está seguro de tomar factor, tómelo y considere comunicarse con su proveedor del HTC. Es mejor tomar factor cuando no lo necesita que no tomarlo cuando sí lo necesita. Si no puede saber de dónde proviene el dolor (por ejemplo, de una articulación o un músculo), llame a su médico o al HTC. Es posible que su médico quiera examinarle para encontrar la fuente del dolor.
Recuerde que si está sangrando, aliviar el dolor no detendrá el sangrado. Los medicamentos y otras formas de control del dolor no deben usarse en lugar del factor, sino en combinación con él. Por ejemplo, una compresa fría podría ser un analgésico útil después de tomar factor. Puede hacer su propia compresa fría al mantener una toallita húmeda en el congelador o hielo dentro de una bolsa de plástico. Un bolsa de guisantes congelados se enrolla fácilmente en las articulaciones.

Fisioterapia (PT)
La fisioterapia se utiliza a menudo junto con los analgésicos. Algunos métodos de fisioterapia son el ejercicio, la terapia con agua y dispositivos ortopédicos como férulas. El fisioterapeuta también puede enseñar técnicas de relajación o biorretroalimentación.
La TENS (estimulación nerviosa eléctrica transcutánea) es un método de control del dolor que a veces se utiliza en fisioterapia. Una pequeña unidad que funciona con baterías está unida al cuerpo con cables y almohadillas. La unidad envía una suave corriente de electricidad. Los breves pulsos de electricidad actúan sobre los nervios debajo de la piel para reducir el dolor. Funciona mejor cuando se aplica sobre la piel cerca de donde se siente el dolor.
Relajación progresiva y otros ejercicios para reducir la tensión
Cuando está preocupado o bajo estrés, es menos capaz de tolerar el dolor. El miedo al dolor puede hacer que este parezca mucho peor. Una parte importante del control del dolor es aprender a relajarse y reducir la tensión. En la relajación progresiva, usted tensa y luego relaja los grupos de músculos desde la cabeza hasta los dedos de los pies. También puede aprender ejercicios de respiración profunda para mantenerse tranquilo.
Biorretroalimentación
Con la biorretroalimentación, usted aprende a ser consciente de su presión arterial, frecuencia cardíaca, temperatura de la piel o tensión muscular. Así aprende a obtener cierto control sobre estas cosas. Unas máquinas especiales detectan cambios en estas cosas y se los transmiten con luces, medidores o tonos. Esta retroalimentación le ayuda a tomar conciencia de la salud física y mental de su cuerpo. Con la práctica, podrá aprender a controlar estas cosas con la mente sin tener que utilizar la máquina. Puede aprender a relajarse en cualquier momento y en cualquier lugar. No se sabe si el sangrado se puede controlar con biorretroalimentación. Algunos científicos sugieren que el tamaño de los vasos sanguíneos pequeños cambia cuando disminuye la temperatura de la piel. Esto podría reducir el sangrado. Sabemos que la biorretroalimentación puede ser útil para reducir el estrés que empeora el dolor.
Acupuntura y acupresión
La acupuntura consiste en colocar diminutas agujas en ciertos puntos del cuerpo para aliviar el dolor. La acupresión significa presionar esos lugares. Estos métodos se basan en la creencia china de que el dolor se produce cuando el flujo de la energía vital del cuerpo se bloquea por una lesión o estrés. Se supone que pinchar el cuerpo o aplicar presión reinicia el flujo de energía. Algunas investigaciones han sugerido que el cerebro libera hormonas que reducen el dolor, llamadas endorfinas, debido a la acupuntura o acupresión. Si está considerando la acupuntura o la acupresión, consulte con su proveedor del HTC para analizar sus síntomas y los riesgos y posibles beneficios de estas intervenciones.
Hipnosis
Con la hipnosis, aprende a concentrarse en algo hasta el punto de prestar poca atención a lo que le rodea o le sucede. Aprende a centrar su atención en una sola cosa a la vez. Se concentra o imagina eso hasta que cambia su estado de conciencia y apenas siente dolor. La hipnosis requiere mucha práctica. El rol del hipnotizador es entrenarle para hipnotizarse a sí mismo. La gente no está de acuerdo sobre la seguridad del uso de la hipnosis para reducir el dolor. El dolor es una pista vital de que algo anda mal. A menudo es el primer signo de sangrado. Aquellos que se oponen a la hipnosis temen que las personas con hemofilia descuiden el tratamiento con factor si se han entrenado para no sentir dolor.
La hipnosis puede resultar útil cuando hay que introducir la aguja en la vena para realizar una inyección. Por ejemplo, si se imagina en la playa, podría relajarse. Mientras piensa en el estruendo de las olas o en la sensación del viento, podría prestar menos atención al dolor. Quizás el momento más seguro para utilizar la autohipnosis para aliviar el dolor sea después del tratamiento. La hipnosis ayuda a disminuir la necesidad de analgésicos.
Analgésicos
El único medicamento oral de venta libre que es seguro para usar en la hemofilia es Tylenol (que es la marca) o acetaminofén. La mayoría de los demás medicamentos de venta libre incluyen aspirina u otros AINE y pueden empeorar el sangrado hasta una semana después de tomarlos. Se ha demostrado que un tipo de AINE, celecoxib, es seguro y eficaz para aliviar el dolor en los pacientes con hemofilia; sin embargo, debe usarse todos los días y requiere receta médica. Si tiene dolor diario, es posible que desee analizar esta opción con su proveedor de atención médica.
Hay una amplia variedad de otros medicamentos recetados que pueden ser útiles y seguros frente al dolor crónico. Son mejor manejados con un especialista en dolor. Si tiene dolor crónico que no ha respondido a la terapia anterior, es posible que desee analizar con su proveedor de atención médica una posible remisión a un especialista en dolor. Los analgésicos opiáceos se utilizan mejor como último recurso para aliviar el dolor agudo y de corta duración. Hable con su médico antes de tomar opiáceos para aliviar el dolor. Si su dolor es lo suficientemente fuerte como para requerir opiáceos, es posible que su médico quiera examinarle o incluso ingresarle en el hospital. No es raro que una persona con hemofilia se vuelva dependiente de los analgésicos.
Cirugía
En algunos casos, la cirugía es la única forma de aliviar el dolor. Su médico puede ayudarle a decidir si una cirugía, como una sinovectomía o un reemplazo de articulación, es adecuada para usted. Otra cirugía que a veces se utiliza para controlar el dolor es la artrodesis o la fusión de dos huesos (como los huesos pequeños del tobillo).