Consejos a los adolescentes con trastornos de la coagulación
Ser un adolescente
Sus años adolescentes son una etapa intermedia de la vida. Pueden ser una parte confusa y dolorosa del crecimiento. Usted ha dejado de ser un niño, pero todavía no es considerado un adulto. De hecho, hay días en que ni usted mismo sabe lo que quisiera ser. Aunque desea su independencia, a veces todavía desearía que sus padres tomaran decisiones por usted y le resolvieran sus problemas. En un momento u otro, todos los adolescentes sienten este conflicto entre convertirse en adultos y seguir siendo niños.
Puede que usted se sienta más confundido que otros jóvenes respecto a hacerse adultos e independientes porque usted tiene un trastorno de la coagulación y depende de los adultos para su cuidado médico. Una forma de aliviar este problema es aprender a inyectarse las infusiones de factor usted mismo. Según usted aprende a tratar los sangrados usted mismo, va adquiriendo un sentido de tener control sobre su vida. Estar a tono con las necesidades de su cuerpo y poder responder a sus necesidades de tratamiento puede resultar en que usted se sienta muy orgulloso de sí mismo.
Durante los años de la adolescencia, la mayoría, o casi todos los varones sienten gran preocupación sobre su apariencia y estructura corporal. Puede ser importante para usted, que otras personas de su misma edad (su grupo) lo acepten como uno más entre ellos. La mayoría de los adolescentes quieren ser iguales a los demás, no distintos en manera alguna.
Tener un trastorno de la coagulación puede hacer que usted algunas veces se sienta aún más preocupado sobre ser uno más del grupo. Quizás usted se siente marginado al no poder competir en el deporte de preferencia de sus amigos. Algunos jóvenes con trastornos de la coagulación se sienten menos masculinos que otros jóvenes de su edad.
Algunas chicas se sienten molestas a causa de sus menstruaciones abundantes y los moretones visibles. Algunos jóvenes llegan a pensar a veces que “son defectuosos”. Quizás les sirva de consuelo saber que todos los adolescentes se sienten muy solos a veces y sienten tener problemas que no tienen los demás.
Debido a que usted tiene un trastorno de la coagulación, usted tiene problemas que otros jóvenes no conocen. Quizás sea bueno conocer a otros chicos de su edad que también tienen trastornos de la coagulación. Un buen lugar para esto es un campamento de verano para chicos con trastornos de la coagulación.
Los jóvenes que tienen las mismas experiencias que usted tiene le pueden dar sugerencias para manejar los problemas más comunes. Si comparte sus sentimientos y angustias con gente que se preocupa por usted, puede descubrir que otros jóvenes se han sentido del mismo modo que usted. Se sentirá mejor. Si alguna vez se siente agobiado, cree que sus problemas son demasiado para usted, hable con el médico, enfermera o trabajador social.
Cuando se sienta deprimido en cuanto a usted mismo, busque formas de aumentar la autoconfianza. Comenzar un programa de ejercicios para mantener su cuerpo en forma es una buena manera de hacerlo. Su terapeuta físico de su CTH le puede ayudar a planificar un programa perfecto para usted.
Otra forma de sentirse mejor sobre sí mismo es trabajar en un pasatiempo interesante o en desarrollar una destreza. Todas las personas tienen talentos especiales. Quizás el suyo sea algo creativo como escribir o dibujar. Si usted hace un esfuerzo en mejorar o crecer de alguna manera, se sentirá más satisfecho de sí mismo. Esta etapa es también un buen momento para comenzar a planificar su carrera. Planificar el trabajo que usted quiere realizar en el futuro puede ayudarlo a descubrir sus intereses y capacidades. Usted puede ir aprendiendo las destrezas necesarias para los trabajos que le gustaría realizar.
Algunas veces un joven con un trastorno de la coagulación tiene tantos deseos de ser como los demás chicos de su grupo, que comienza a “negar” que tiene un trastorno de la coagulación. Podría ignorar las señales de que tiene un sangrado y atrasar el tratamiento con medicamento. Un joven así podría hasta llegar a hacer cosas peligrosas y sin sentido y correr riesgos innecesarios. Es posible que ese joven ni siquiera se dé cuenta de que sus actos van dirigidos a probarse a sí mismo y a los demás que él no es diferente del resto de las personas.
Esto no quiere decir que usted nunca debe correr riesgo alguno. En toda la vida siempre hay algún tipo de riesgo. La única forma de ser independiente es intentar hacer cosas por cuenta propia. Sin embargo, cuando los riesgos que usted toma no tienen sentido y su único propósito es probar algo, usted sólo se está exponiendo a una lesión. Aceptarnos como somos, con nuestras fuerzas y limitaciones es parte de nuestro crecimiento. Significa aprender a tomar decisiones con madurez y a reconocer cuáles son los riesgos correctos y que valen la pena.